TRUMP

 

Todo estaba listo. Había llegado el día de las elecciones en Estados Unidos y sería cosa de que transcurriera la jornada sin mayor sobresalto y por la noche, mas temprano que tarde Hillary Clinton anunciara su triunfo. Las encuestas y los pronósticos de los expertos en política no podían fallar, es decir, hay márgenes de error y opinólogos quienes abiertamente son partidarios y mas que expresar opiniones lo que sueltan es propaganda, pero en resumen el consenso era que Donald Trump no tenía posibilidades de ganar las elecciones para presidente el pasado 8 de noviembre. Los reflectores estarían sobre el por la noche, sí; pero para ver su reacción ante su inminente derrota y ver si se comportaba con civilidad y aceptaba lo desfavorable que le sería el voto popular o comenzaba desde el día cero a ser un dolor de cabeza para el nuevo gobierno al no aceptar los resultados como el mismo había anticipado que sucedería de no conseguir la victoria. Pues bien, nos tuvimos que ahorrar ese sainete pues lo imposible sucedió y Donald Trump será el presidente número cuarentaycinco de los de los Estados Unidos de América.

Claro está que hubimos quienes en forma socarrona y al ver la tendencia del mundo a últimas fechas a votar por lo que a los ojos del mundo era la peor opción: Brexit en Inglaterra, NO en Colombia (Rajoy en España y Peña en México dicen algunos) auguramos una probable victoria de Trump pero al menos en mi caso lo dije en la total conciencia de que según los que saben y a quienes yo les creo, no había posibilidad alguna de que eso sucediera. Luego entonces esperar que Trump fuera presidente de los Estados Unidos no pasaba de ser una puntada, una ocurrencia o un gag de los Simpsons.

Se nos borró la sonrisa a algunos ocurrentes y habrá que vivir ahora con la consecuencia de los resultados de la votación del martes. Perdón por ser reiterativo y retomar a Churchill como lo hice en ese texto donde mal auguré el triunfo de Trump Pero sus dos frases al respecto de la democracia que todos nos sabemos “La democracia es la peor forma de gobierno, excepto por todas las demás” y “El mejor argumento contra la democracia es una platica de cinco minutos con el votante promedio” vienen como anillo al dedo a lo que acaba de suceder. Resulta que ahora el destino no solo de los Estados Unidos sino en gran medida de la paz y economía mundial está en manos de un tipo que asombró al mundo durante la campaña pero no para bien, pues se mostraba como un deschavetado, petulante, narcisista con un discurso vacío que prometía a sus paisanos lo que ellos querían escuchar pero sin explicar cómo lo conseguiría, que aseguraba que su popularidad era tal que podría matar a alguien en la quinta avenida de Nueva York y no tendría que pagar las consecuencias, que si algún heckler le molestaba en sus discursos lo mandaba a sacar y mientras era retirado a empujones le gritaba que le quería dar un puñetazo en la cara, un tipo para quien ser musulmán era sinónimo de ser terrorista y ser mexicano era sinónimo de ser narcotraficante, criminal, violador y una de sus promesas de campaña fue construir un muro hermoso e impenetrable para que no nos siguiéramos yendo para allá. Promesa que endulzaba los oídos y hacía brillar los ojos a los habitantes de un país que exterminó a los nativos que existían se llenó de inmigrantes y hoy los bisnietos, nietos e hijos de quienes llegaron de otro lado han decidido que ya no quieren más y Estados Unidos es para los ¿americanos puros?, como se consideran a sí mismos los White American Saxon-Protestant. o los del cucurucho en la cabeza, los del infame Ku Klux Klan.

Nada, que entonces esa chulada de muchacho va a ser presidente de los Estados Unidos pues la democracia por definición es el gobierno ejercido por el pueblo pero a la vez es un modo que supone que la razón se obtiene por mayoría de votos y en el cual vale lo mismo la opinión (el voto) de un ganador del premio nobel que el de un estibador que se emborracha todas las tardes. O como dijo Henry Louis Mencken: La democracia es la creencia patética en la sabiduría colectiva de la ignorancia individual.

Pero para ser precisos habrá que mencionar que si en Estados Unidos ganara el que mas votos totales obtiene hubiera ganado Hillary Clinton pero como su sistema no es ese sino uno en el que cada estado dependiendo del número de habitantes, tenga una cantidad de ciudadanos conocidos como Colegio Electoral quienes son los que finalmente eligen al nuevo presidente. Como sea, la nota es que ese pueblo tan complejo pero en resumen tan lleno de miedo y para quienes la solución a que ya no haya mas tiroteos en las escuelas es que todo mundo ande armado (¿?) Decidió que el hombre mas poderoso del mundo va a ser a quien a ojos de todos parecía un excéntrico payaso que no pasaría de ser recordado en la posteridad como una anécdota. No, ahora tal personaje tendrá en su poder tendrá entre muchas otras cosas que deciden el destino del mundo los códigos nucleares. Duerma usted tranquilo amable lector.

Para hablar de México, si bien no es que con Obama nos haya ido a todo dar pues es el presidente durante el mandato del cual se han deportado a mas paisanos, resulta que dada la animadversión declarada que tiene Trump por los mexicanos que están allá, existe entre ellos un real miedo por su futuro. Es muy difícil encontrar a alguien aquí que no tenga parientes, amigos o conocidos de aquel lado y en lo poco que yo he podido platicar con ellos me cuentan eso. Aunado a que fue electo presidente resulta ser que además el partido republicano, por el cual fue postulado obtuvo mayoría en las dos cámaras, como quien dice congreso a modo. Pero a mí me resulta bastante difícil de creer que eso signifique que lo van a dejar hacer lo que le venga en gana. Iba a decir que tengo la certeza pero mas bien tengo la esperanza de que ni siquiera el hombre que a los ojos del mundo es el mas poderoso de la tierra, realmente lo sea pues incluso el presidente de Estados Unidos está sujeto a los intereses económicos de los grandes capitales y es así como a lo largo de la historia se ha regido ese país. Los mexicanos allá son útiles pues son mano de obra eficaz, trabajadora, ingeniosa y hay que decirlo, barata en comparación con lo que por el mismo trabajo pediría un sajón que incluso no está dispuesto a hacer esa clase de trabajos. Les preocupa aparte de su propio destino (y me sumo a esa preocupación) el de sus hijos, americanos por nacimiento y con la aspiración natural a ir a la universidad y con ello ascender en la escala social. Los dreamers temen ver interrumpidos sus sueños y ser relegados a no pasar nunca de abajo.

Para quienes estamos de este lado y vivimos en pesos no hay por que preocuparnos, dirían a coro Andrea Legarreta y el Peje, pues Trump es presidente de Estados Unidos y nosotros estamos en el México soberano. Fuera de broma (aunque Andres Manuel, lo dice en serio) nuestra economía depende en gran medida de la de allá y desde el primer momento se devaluó el peso aunque se temía un impacto mayor. Gran oportunidad para Peña para por fin ser un gobierno inteligente y representante auténtico de los intereses de los mexicanos que vivimos aquí y los que viven allá. Pedirle a este gobierno que sea inteligente y nos represente parece cosa imposible. Exactamente como imposible era que ganara Trump. Luis Videgaray mientras tanto luce lentes oscuros y barba hippie mientras nos sorraja sonriendo un ¿Quihubo? ¿No que no? Dicen los que saben que más que un acierto el haber invitado a Trump cuando era candidato, lo que hizo este gobierno fue darle el levantón que necesitaba su alicaida campaña en ese entonces. Es ingenuo pensar que Trump tome eso en cuenta.

No sabemos cómo nos impactará en el bolsillo. Los millones de pobres de este país no tenemos miedo pues no sabemos ni siquiera que se siente ser pobre pues es como preguntarle a un pez que tal se siente el agua. El pez no conoce otra realidad que esa. Nosotros tampoco.

Ya en serio, nos toca ser ordenados con nuestra economía personal: No sobreendeudarnos ni gastar mas de lo que ganamos. No malgastar en vicios, ahorrar para nuestro retiro. Ya no se si se los estoy diciendo a ustedes o me estoy escribiendo una lista de propósitos. El caso es que las anteriores son sugerencias útiles en todo momento pues ya podrán los gringos elegir a Dios padre de presidente que si uno es desordenado con la lana pues no hay manera.

La mañana de ayer, decenas de personas se detenían por instantes en el puesto de periódicos de la estación de metro donde abordo diariamente. Atónitos leían los encabezados. No daban crédito. Era como el día siguiente al de una tragedia. Fue al menos algo que ni los periodistas, ni los soflameros de las redes sociales que se creen expertos en todo y que su opinión es muy influyente, ni los ignorantes nos esperábamos. El clima actual sobre la Ciudad de México no hace sino acentuar la pesadumbre y el temor por el futuro incierto tras la elección de Trump a quienes muchos compararon con Hitler. Espero de todo corazón que quienes así lo hicieron hayan estado exagerando. De no ser así se vienen tiempos realmente difíciles.

Y nos toca enfrentarlos.

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